La pandilla haitiana responsable del secuestro de 17 misioneros estadounidenses y canadienses, entre ellos cinco niños, ha pedido un millón de dólares por el rescate de cada uno de ellos, según las autoridades haitianas.
El ministro de Justicia haitiano, Liszt Quitel, ha detallado la cifra del rescate a CNN, mientras que ha precisado que el grupo de misioneros están retenidos en un lugar fuera del suburbio Croix des Bouquets, en el noreste de Puerto Príncipe, donde fueron secuestrados.
Christian Aid Ministries, la organización religiosa a la que están afiliados los misioneros, ha detallado que se trata de cinco hombres, siete mujeres y cinco niños. El primer contacto de los secuestrados con la organización se produjo el sábado por la tarde, según ha detallado el responsable de Justicia.
En esta primera llamada habrían indicado la cantidad que piden a cambio de liberar a los misioneros. Desde entonces, se han producido más intercambios telefónicos. "Los secuestradores han sido advertidos acerca de hacer daño a los rehenes y cuáles podrían ser las consecuencias para ellos (si eso sucediera). Pero no se dejan influir por esas advertencias", ha lamentado Quitel.
Por el momento, todos los misioneros están a salvo, según ha adelantado una fuente de las fuerzas de seguridad de Haití.
El FBI estadounidense se ha desplazado hasta el país para asesorar a la Policía haitiana en la negociación y liberación de los miembros de Christian Aid Ministries. No obstante, desde Washington no han proporcionado información adicional sobre las labores que están llevando a cabo los agentes estadounidenses en suelo haitiano.
Las autoridades estadounidenses han responsabilizado del secuestro a una de las pandillas más poderosas de la isla caribeña, en concreto a la banda '400 Mawozo', especializada en los secuestros para pedir rescates. Habitualmente llevan a cabo secuestros "colectivos" de grandes grupos de víctimas que viajan en autobuses o coches, según el Centro de Análisis e Investigación de Derechos Humanos (CARDH).
El secuestro tuvo lugar el sábado después de que los misioneros, 16 estadounidenses y un canadiense, visitaran un orfanato en Croix des Bouquets, un barrio conflictivo ubicado en el noreste de la capital haitiana.